lunes, 3 de agosto de 2015

LAUDATO SÍ: UN TEXTO PARA REFLEXIONAR EN TORNO AL PLANETA


LAUDATO SI

Queridos estudiantes de noveno, aquí les presento el excelente texto del Papa Francisco en relación con la actual situación del planeta. Haremos talleres y lo asociaremos con un texto argumentativo que corresponda a lenguaje.



1.-  Editorial de "El país" 29 junio-15
‘Alabado sea’
El papa Francisco ha puesto el dedo en una nueva llaga, la del cambio climático. El pontífice ha hablado claro y fuerte a través de la encíclica Laudato si (Alabado sea), para señalar la importancia de un asunto que compete hoy más que nunca a toda humanidad, sin distingos de raza y credo, pero también para decir que la Iglesia Católica está dispuesta a hacerse escuchar en aquella mesa en la que las grandes potencias deciden buena parte de la vida del Planeta.
Las consideraciones ecologistas de un hombre al que muchos prefieren seguir llamando Bergoglio tocan a todos los sectores de la población, pero si alguien se tiene que sentir aludido es el club de los llamados países ricos, responsables mayores de los contaminantes que envenenan a la Tierra y, además, principales opositores en los foros internacionales a que sus industrias sean puestas en cintura por parte de una humanidad agobiada y doliente, también en el tema medioambiental.
En ese sentido, Francisco ha entrado de lleno en el debate para proclamar que el calentamiento global es una realidad y no un invento de fanáticos, como señalan sectores enraizados en las economías más fuertes, dispuestos a no ceder. El hecho de que el Papa vea en el horizonte menos agua potable, con todos sus efectos en la agricultura y la supervivencia de especies amenazadas, más los riesgos que conlleva el crecimiento de nivel de los mares para la vida de millones de personas, demuestra que el asunto va más allá de un simple pronunciamiento del Vaticano.
También son de fondo sus consideraciones sobre que detrás del cambio climático está, antes que el deterioro del planeta, el “consumismo inmoral”, que en términos de medio ambiente se palpa en las tecnologías depredadoras utilizadas para extraer petróleo, carbón y gas. El papa clama por energías alternativas.
Francisco sabe que sus palabras no se las llevará el viento y que, a la par del respaldo que en los diversos ámbitos ha tenido la Laudato sí, vendrán a contracorriente los reparos a lo que algunos consideran como una extralimitación de funciones. Basta como ejemplo la respuesta inmediata del precandidato republicano Jeb Bush: en materia económica, la Presidencia de los Estados Unidos no está obligada a seguir ni a papas ni a obispos.
Eso demuestra que el efecto político inmediato de las encíclicas es una realidad. Otra cosa es que sus consecuencias sean mensurables términos electorales, solo para citar la coyuntura actual en los Estados Unidos. Pronto lo dirán las cifras.
Lo que sí es cierto es que el mensaje de Francisco se convertirá, aparte de instrumento de reflexión, en pieza recurrente en el marco de las relaciones Norte - Sur, a las que denomina como “estructuralmente perversas” a favor del mundo industrializado y en “deuda ecológica” con los más pobres. Pero el radio de acción de la Laudato si promete ir más allá, hasta el seno de las naciones desarrolladas pero atrapadas en una crisis en la que, como piensa Bergoglio, la economía terminó mandando sobre la política, con todas sus consecuencias.

2.-  Texto completo de la Encíclica "Alabado Sea"

CARTA ENCÍCLICA
LAUDATO SI’
DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN


1. «Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba»[1].
2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.
Nada de este mundo nos resulta indiferente
3. Hace más de cincuenta años, cuando el mundo estaba vacilando al filo de una crisis nuclear, el santo Papa Juan XXIII escribió una encíclica en la cual no se conformaba con rechazar una guerra, sino que quiso transmitir una propuesta de paz. Dirigió su mensaje Pacem in terris a todo el «mundo católico », pero agregaba «y a todos los hombres de buena voluntad ». Ahora, frente al deterioro ambiental global, quiero dirigirme a cada persona que habita este planeta. En mi exhortación Evangelii gaudium, escribí a los miembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de reforma misionera todavía pendiente. En esta encíclica, intento especialmente entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común.
4. Ocho años después de Pacem in terris, en 1971, el beato Papa Pablo VI se refirió a la problemática ecológica, presentándola como una crisis, que es « una consecuencia dramática » de la actividad descontrolada del ser humano: « Debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, [el ser humano] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación »[2].También habló a la FAO sobre la posibilidad de una «catástrofe ecológica bajo el efecto de la explosión de la civilización industrial», subrayando la «urgencia y la necesidad de un cambio radical en el comportamiento de la humanidad», porque «los progresos científicos más extraordinarios, las proezas técnicas más sorprendentes, el crecimiento económico más prodigioso, si no van acompañados por un auténtico progreso social y moral, se vuelven en definitiva contra el hombre»[3].
5. San Juan Pablo II se ocupó de este tema con un interés cada vez mayor. En su primera encíclica, advirtió que el ser humano parece «no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y consumo»[4]. Sucesivamente llamó a una conversión ecológica global[5]. Pero al mismo tiempo hizo notar que se pone poco empeño para «salvaguardar las condiciones morales de una auténtica ecología humana»[6]. La destrucción del ambiente humano es algo muy serio, porque Dios no sólo le encomendó el mundo al ser humano, sino que su propia vida es un don que debe ser protegido de diversas formas de degradación. Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en «los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad»[7].El auténtico desarrollo humano posee un carácter moral y supone el pleno respeto a la persona humana, pero también debe prestar atención al mundo natural y «tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua conexión en un sistema ordenado»[8]. Por lo tanto, la capacidad de transformar la realidad que tiene el ser humano debe desarrollarse sobre la base de la donación originaria de las cosas por parte de Dios[9].
6. Mi predecesor Benedicto XVI renovó la invitación a «eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente»[10]. Recordó que el mundo no puede ser analizado sólo aislando uno de sus aspectos, porque «el libro de la naturaleza es uno e indivisible», e incluye el ambiente, la vida, la sexualidad, la familia, las relaciones sociales, etc. Por consiguiente, «la degradación de la naturaleza está estrechamente unida a la cultura que modela la convivencia humana »[11]. El Papa Benedicto nos propuso reconocer que el ambiente natural está lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable. También el ambiente social tiene sus heridas. Pero todas ellas se deben en el fondo al mismo mal, es decir, a la idea de que no existen verdades indiscutibles que guíen nuestras vidas, por lo cual la libertad humana no tiene límites. Se olvida que «el hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza»[12]. Con paternal preocupación, nos invitó a tomar conciencia de que la creación se ve perjudicada «donde nosotros mismos somos las últimas instancias, donde el conjunto es simplemente una propiedad nuestra y el consumo es sólo para nosotros mismos. El derroche de la creación comienza donde no reconocemos ya ninguna instancia por encima de nosotros, sino que sólo nos vemos a nosotros mismos»[13].
Unidos por una misma preocupación
7. Estos aportes de los Papas recogen la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales que enriquecieron el pensamiento de la Iglesia sobre estas cuestiones. Pero no podemos ignorar que, también fuera de la Iglesia Católica, otras Iglesias y Comunidades cristianas –como también otras religiones– han desarrollado una amplia preocupación y una valiosa reflexión sobre estos temas que nos preocupan a todos. Para poner sólo un ejemplo destacable, quiero recoger brevemente parte del aporte del querido Patriarca Ecuménico Bartolomé, con el que compartimos la esperanza de la comunión eclesial plena.
8. El Patriarca Bartolomé se ha referido particularmente a la necesidad de que cada uno se arrepienta de sus propias maneras de dañar el planeta, porque, «en la medida en que todos generamos pequeños daños ecológicos», estamos llamados a reconocer «nuestra contribución –pequeña o grande– a la desfiguración y destrucción de la creación»[14]. Sobre este punto él se ha expresado repetidamente de una manera firme y estimulante, invitándonos a reconocer los pecados contra la creación: «Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados»[15]. Porque «un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios»[16].
9. Al mismo tiempo, Bartolomé llamó la atención sobre las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales, que nos invitan a encontrar soluciones no sólo en la técnica sino en un cambio del ser humano, porque de otro modo afrontaríamos sólo los síntomas. Nos propuso pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del desperdicio a la capacidad de compartir, en una ascesis que «significa aprender a dar, y no simplemente renunciar. Es un modo de amar, de pasar poco a poco de lo que yo quiero a lo que necesita el mundo de Dios. Es liberación del miedo, de la avidez, de la dependencia»[17]. Los cristianos, además, estamos llamados a « aceptar el mundo como sacramento de comunión, como modo de compartir con Dios y con el prójimo en una escala global. Es nuestra humilde convicción que lo divino y lo humano se encuentran en el más pequeño detalle contenido en los vestidos sin costuras de la creación de Dios, hasta en el último grano de polvo de nuestro planeta »[18].
San Francisco de Asís
10. No quiero desarrollar esta encíclica sin acudir a un modelo bello que puede motivarnos. Tomé su nombre como guía y como inspiración en el momento de mi elección como Obispo de Roma. Creo que Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. Es el santo patrono de todos los que estudian y trabajan en torno a la ecología, amado también por muchos que no son cristianos. Él manifestó una atención particular hacia la creación de Dios y hacia los más pobres y abandonados. Amaba y era amado por su alegría, su entrega generosa, su corazón universal. Era un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una maravillosa armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consigo mismo. En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.
11. Su testimonio nos muestra también que una ecología integral requiere apertura hacia categorías que trascienden el lenguaje de las matemáticas o de la biología y nos conectan con la esencia de lo humano. Así como sucede cuando nos enamoramos de una persona, cada vez que él miraba el sol, la luna o los más pequeños animales, su reacción era cantar, incorporando en su alabanza a las demás criaturas. Él entraba en comunicación con todo lo creado, y hasta predicaba a las flores «invitándolas a alabar al Señor, como si gozaran del don de la razón»[19]. Su reacción era mucho más que una valoración intelectual o un cálculo económico, porque para él cualquier criatura era una hermana, unida a él con lazos de cariño. Por eso se sentía llamado a cuidar todo lo que existe. Su discípulo san Buenaventura decía de él que, «lleno de la mayor ternura al considerar el origen común de todas las cosas, daba a todas las criaturas, por más despreciables que parecieran, el dulce nombre de hermanas»[20]. Esta convicción no puede ser despreciada como un romanticismo irracional, porque tiene consecuencias en las opciones que determinan nuestro comportamiento. Si nos acercamos a la naturaleza y al ambiente sin esta apertura al estupor y a la maravilla, si ya no hablamos el lenguaje de la fraternidad y de la belleza en nuestra relación con el mundo, nuestras actitudes serán las del dominador, del consumidor o del mero explotador de recursos, incapaz de poner un límite a sus intereses inmediatos. En cambio, si nos sentimos íntimamente unidos a todo lo que existe, la sobriedad y el cuidado brotarán de modo espontáneo. La pobreza y la austeridad de san Francisco no eran un ascetismo meramente exterior, sino algo más radical: una renuncia a convertir la realidad en mero objeto de uso y de dominio.
12. Por otra parte, san Francisco, fiel a la Escritura, nos propone reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad: «A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor» (Sb 13,5), y «su eterna potencia y divinidad se hacen visibles para la inteligencia a través de sus obras desde la creación del mundo» (Rm 1,20). Por eso, él pedía que en el convento siempre se dejara una parte del huerto sin cultivar, para que crecieran las hierbas silvestres, de manera que quienes las admiraran pudieran elevar su pensamiento a Dios, autor de tanta belleza[21]. El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza.
Mi llamado
13. El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos.
14. Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios»[22]. Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades.
15. Espero que esta Carta encíclica, que se agrega al Magisterio social de la Iglesia, nos ayude a reconocer la grandeza, la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta. En primer lugar, haré un breve recorrido por distintos aspectos de la actual crisis ecológica, con el fin de asumir los mejores frutos de la investigación científica actualmente disponible, dejarnos interpelar por ella en profundidad y dar una base concreta al itinerario ético y espiritual como se indica a continuación. A partir de esa mirada, retomaré algunas razones que se desprenden de la tradición judío-cristiana, a fin de procurar una mayor coherencia en nuestro compromiso con el ambiente. Luego intentaré llegar a las raíces de la actual situación, de manera que no miremos sólo los síntomas sino también las causas más profundas. Así podremos proponer una ecología que, entre sus distintas dimensiones, incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea. A la luz de esa reflexión quisiera avanzar en algunas líneas amplias de diálogo y de acción que involucren tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional. Finalmente, puesto que estoy convencido de que todo cambio necesita motivaciones y un camino educativo, propondré algunas líneas de maduración humana inspiradas en el tesoro de la experiencia espiritual cristiana.
16. Si bien cada capítulo posee su temática propia y una metodología específica, a su vez retoma desde una nueva óptica cuestiones importantes abordadas en los capítulos anteriores. Esto ocurre especialmente con algunos ejes que atraviesan toda la encíclica. Por ejemplo: la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida. Estos temas no se cierran ni abandonan, sino que son constantemente replanteados y enriquecidos.

18 comentarios:

  1. El hombre esta cada vez mas desentendido con la naturaleza, con excepción de unos cuantos que muestran alguna preocupación y dan relevancia hacia ella. Como dice el texto, no nos creamos así mismos, somos espíritu, voluntad y NATURALEZA.
    Posiblemente o es mas, Seguramente, vamos a sufrir todos los daños que nos hemos hecho así mismos, a nuestro mundo, es es parte de nosotros. Nuestra naturaleza y la del mundo esta en proceso de destrucción y aun así estamos sentados viendo como se desmorona.
    Ojala podamos seguir viendo textos y su evolución social y ambiental. Sensibilizarnos , nosotros también somos aire,agua......
    Sin lugar a dudas buen texto!

    Atentamente,
    Gloria Stephany Esguerrra Rengifo, 9-2

    ResponderEliminar
  2. Que Buen texto vale la pena leerlo, muestra la cruda realidad por la que el medio en el que vivimos esta pasando y nada mejor que una reflexion sobre lo que estamos haciendo.
    Jordan Samir Suarez 9-2

    ResponderEliminar
  3. Las personas sin darse cuenta, muchas veces, está aportando a la contaminación con el consumo de grandes sustancias que aportan a la elevación del grado de contaminación del planeta y del mundo. Es necesario tomar medidas urgentes para preservar el medio ambiente, que están dadas aquí y que los gobiernos y autoridades pertinentes contribuyan a la prevención que beneficiará no sólo a nosotros sino al mundo entero.
    Nosotros como jóvenes debemos tomar conciencia de lo que hacemos. Tampoco hay que volverse ambientalista, pero sí tomar un conciencia de lo que está pasando con nuestro ambiente en estos momentos. Quizás puedas comenzar con un cambio pequeño en nuestros hábitos diarios.
    Diana Marcela Rendon C 9-2

    ResponderEliminar
  4. Bueno Este Texto Opino Yo no lleva a una Reflexión Personal, de como vivimos nuestro diario vivir. todos nosotros opinamos, pensamos lo mismo y estamos totalmente de acuerdo con el planteamiento de el papa francisco y de los papas históricos y su evidente colaboración en el momento. Y ese pensamiento esta bien pero no esta excelente ya que hablamos de las grandes industrias que acaban con el planeta pero somos los primeros o yo lo soy en tratar de conseguir una de sus zapatillas, o arrancamos muchas ojos, para jugar a las cestas en el salon pero no medimos las consecuencia ! si ahora a mi me preguntan si es cierto lo que dice el texto yo diría que si ! pero que si lo practico y adopta como parte de mi mm hay no se ! de dientes para afuera no se deben decir las cosas son con reformas! Miremos que es nuestro planeta ! ya que somos totalmente individuales y poco solidarios, bueno sigamos con estos ideales solo que ahora miremos que con nuestros aptos nos perjudicamos nosotros y reflexionemos en esto ! esta es mi opinion FRANCY CARABALI

    ResponderEliminar
  5. La pagina nos ayuda para realizar nuestras tareas y nos explica de una forma mas clara el tema que estamos viendo att: Julissa cortes

    ResponderEliminar
  6. Ps me parecio buena esta pagina porque nos aclara mas sobre el tema que estamos viendo.... Nos ayuda a entender mejor las cosas !! (Y)
    Att: Ingrid Stephany Fernandez Paez♥

    ResponderEliminar
  7. la pagina esta muy interesante y entretenida por que tiene mucha información que nos sirve para nuestro aprendizaje y lo que estamos viendo en este momento...nos ayuda a desarrollar mejor y nos sirve para investigar tareas a parte de todo esto nos aclara para tener una meojr visión respecto a esto..
    att:wendy carabali rosero 9-2

    ResponderEliminar
  8. excelente texto, es triste lo que nosotros los seres humanos hemos causado por nuestra ignorancia y falta de importancia ya que tristemente parece que nos da igual lo que pase, hemos llegado al limite de que el planeta se puede destruir por nuestros hechos. por nuestras MALAS acciones.
    me gusta mucha la idea de esta página nos ayuda a reflexionar y tomar conciencia, y a tener conocimiento de los que sucede a nuestro alrededor Att: Angie Daniela Cardozo T.

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. En mi opinión, este texto es la clara evidencia de lo que estamos causando en el mundo. poco a poco nos vamos convirtiendo en un cancer para el desarrollo del planeta y afectamos de manera notoria a lo que llamamos hogar. Este es un texto que conlleva a analizar lo que somo y como actuamos. Es un texto que ayuda a caer en cuenta el daño que ocasionamos, se refiere a que cuando tenemos la ideología de que algo es nuestro lo tomamos y hacemos de el lo que se nos viene en gana, sin medir las consecuencias más adelante. Excelente texto.
    Att:Luz Clarita Colorado 9-1

    ResponderEliminar
  11. que buen texto, nos coloca a pensar mucho que por como tratamos o cuidamos el medio en el que vivimos el planeta esta muriendo y sobre todo por la ignorancia del ser humano por que estamos viviendo en este planeta como si tuvieramos otro en donde vivir.

    ResponderEliminar
  12. En mi opinión es un muy buen texto pues no solo da el mensaje sino que lo argumenta sobre el tema y expone los principales enemigos de la ecología y también la forma en la que los gobiernos y principales causantes del daño evaden la acusación y sin que nadie se los impida, siguen enriqueciéndose a costa del daño que le causan al planeta y por otro lado en el texto hace referencia de forma directa a todos nosotros, pues de igual manera todos ayudamos a lentamente destruir el mundo.

    ResponderEliminar
  13. Este es un texto en el cual podemos reflexionar mucho, ya que es la realidad por lo que nosotros estamos pasando, nosotros nos quejamos mucho pero no nos damos cuenta que somos nosotros mismos quien cada momento dañamos a nuestro medio ambiente, como dice texto tenemos que dejar la ignorancia para poder entender que si nosotros no hacemos un cambio en nuestros pensamientos este mundo en vez de mejorar va a empeorar porque si nosotros no lo hacemos entonces ¿quien?
    Angie Muñoz 9-1

    ResponderEliminar
  14. En el texto podemos ver la belleza.de aquella region

    ResponderEliminar
  15. pues en este texto podemos ver aquella realidad que estamos viviendo hoy en dia, pero no se trata de un dia hacer las cosas bien y al otro no hacer nada , la cuestion es tratar de hacer las cosas mejor posible para cambia nuestra forma de pensar y arreglar la situacion ...
    Cristian Muñoz 9-2

    ResponderEliminar
  16. El texto es muy emotivo ya que nos ayuda a reflexionar un poco sobre la realidad que estamos viviendo, nos pone a pensar todo aquello que estamos haciendo mal y nos enseña a como actuar cada dia, revela que somos el problema y la causa mas grande de la destruccion de nuestro planeta tierra.... Laura Jaramillo

    ResponderEliminar
  17. Este texto nos muestra la cruda realidad que vivimos hoy en día con la contaminación de nuestro medio ambiente, que nosotros somos los causantes de que nuestro hogar se vaya deteriorando cada día mas debido a nuestra contaminación, que el hombre ya hoy en es muy solitario en sus cosas....! a que se refiere, se refiere a que el hombre hoy en día solo piensa en el bienestar de el y no se preocupa por el bienestar de los demás, osea si yo tengo una camiseta que no uso, por que en ves de tenerla cosechando polvo por que no se la damos a nuestro amigos o amiga que no tenga?, que nos quejamos del calor que hace, pero no la pasamos dañando las plantas y arrancando los arboles para construir nuevas casa o terminar las calles, que curioso me imagino cuando ya no aya mas agua ? me pregunto el hombre podrá comer dinero? hay nos daremos cuenta la falta que nos hace este maravilloso recurso natural que nos ofrece la tierra.... muchas gracias Att : Manuel Acevedo 9-1

    ResponderEliminar